8.27.2017

WWF República de Niger | 1985

Sobres de Primer Día de emisión, matasellos de Niamey (14/Junio/1985)
Dibujos: Joseph Vance Jr.
Cortesía: Ed González - Houston | USA
El Oryx dammah es una especie de antílope africano. Es la única especie de Oryx que posee cuernos curvos, lo que le da el nombre común. Su aspecto es usual en el género, pero sus cuernos se curvan hacia atrás en forma de cimitarra y su pelaje, aunque blanco, es de color rojizo en las patas y el cuello, mientras que la máscara facial es casi ausente.
Debido a la caza excesiva y la competencia con el ganado doméstico fue declarado extinto en estado salvaje pero se conservan ejemplares en cautiverio. El informe de octubre de 2008 de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza lo considera extinto en estado salvaje, aunque hay unos 1.250 ejemplares en cautividad (en 1996), y existe un plan en Túnez para su re introducción.
El adax (Addax nasomaculatus) es un antílope de 1 m de altura y unos 120 kg de peso, formas redondeadas, patas largas y perfil recto. La máscara facial tiene forma de una "X" de color blanco implantada sobre la frente y ojos en contraste con su frente oscuro. Su cuernos, aunque fuertemente anillados, de crecimiento vertical y presentes en ambos géneros, se enroscan sobre sí mismos en forma de espiral, característica que no comparte con el resto de sus parientes.
El adax también es objeto de una caza intensiva que lo ha puesto en grave peligro, aunque tradicionalmente los árabes lo cazaban para consumir su carne. No obstante su área de distribución es mucho más amplia, llegando desde Arabia hasta Argelia, mientras que su homónimo blanco solo es oriundo de Arabia.
El adax vive en terrenos desérticos y pedregosos, estando fuertemente habituado a este hábitat, así que puede vivir casi sin agua y a base de la rala vegetación desértica. 
Entre los intentos de conservación destaca la introducción de esta especie en el Parque nacional de Souss-Massa, en Marruecos, con el objeto de aclimatarlo a condiciones naturales y proceder, posteriormente, a su liberación en su antigua área de distribución cuando se pueda garantizar su supervivencia.