El bonobo fue descubierto por primera vez en 1928, por el anatomista americano Harold Coolidge.
Cerca de 10.000 bonobos viven solamente al sur del Río Congo y al norte del Río Kasai, en las selvas húmedas de la República Democrática del Congo en África central. Son una especie en peligro de extinción, debido tanto a la pérdida de su hábitat natural como a la caza con fines alimentarios; esta última ha experimentado un incremento dramático durante la última guerra civil en el país, a causa de la presencia de milicianos fuertemente armados incluso en áreas remotas "protegidas" como el Parque Nacional de Salonga. Hoy día, quedan unos cuantos miles de bonobos como mucho, formando parte de una pauta mucho más general de extinción de los simios.